Ya se acerca el final del verano y nuestros cultivos están a reventar de las plantas que hemos sembrado. Las expectativas que tenemos de los frutos cosechados se han cumplido, es decir en el noveno mes del año, nos sentimos satisfechos pero al mismo tiempo nos preparamos para entrar en los meses del frío preparando nuestro huerto para que hacer frente al clima intenso que se avecina.
Durante septiembre podremos seguir recolectando muchos de los frutos que ya recogíamos en agosto en el huerto. Este mes es importante porque da paso a un cambio de estación y nuestro huerto tendrá que adaptarse a el, con nuevos cultivos para los meses frios. Te recomendamos que leas nuestro artículo sobre el calendario del huerto en enero a diciembre, para que puedas tener una visión lo mas amplia posible.
El Huerto en Septiembre: Las tareas mas importantes
Lo primero que se tendrá en cuenta es que algunas siembras que se dan en una zona determinada al norte del país, no pasa igual en zonas en el sur, bien sea por las condiciones climáticas, suelos no productivos o plagas difíciles de eliminar. Esta explicación es válida porque estamos entrando en una nueva temporada en el huerto y aunque algunas plantas sobreviven nos vamos a encontrar que muchas de ellas ya cumplieron su ciclo y cuando finaliza su vida productiva o llegan las bajas temperaturas, no resisten.
Iniciamos la actividad de septiembre mirando el calendario de siembra para que tengamos una brújula que nos indique el camino correcto y así comenzar el trabajo en nuestro huerto con la garantía que haremos de ese espacio el preferido de la familia.
Qué sembrar y trasplantar en septiembre
Estar al tanto que las plantas no se adaptan fácilmente al trasplante, nos ayudará a ser más observadores para saber cuándo disminuye su actividad es decir, que baja el ritmo de crecimiento, es ahí precisamente el momento para que las podamos trasplantar.
Para trasplantar nuestros semilleros de algunas variedades que preparamos en julio, comenzaremos por llevarlas a macetas o tierra firme. Todo este procedimiento es delicado y lento, hacerlo con cuidado es preservar la planta. Cebolla, coles y coliflores, lechugas, escarolas, puerros, ajo, rábano, repollo, brócoli, tomate, pimiento, batata, berenjena, patata, calabacín, calabaza, melón, pepino, alcachofa, endivia, escarola, lechuga son algunas plántulas que ya podemos llevar a las macetas grandes o también al suelo si ya tienen como mínimo dos pares de hojas.
Es muy importante tener presente que si ya ha entrado el otoño y el clima es con invierno frío no es recomendable trasplantarlas a menos que se tenga un invernadero adecuado con excelente calefacción. De lo contrario estamos condenando a estas plantas a su destrucción.
Qué plantar en Septiembre: un mes ideal para plantar
El frió va a llegar en cualquier momento y hay que preparar nuestra siembra para ello. La haremos de acuerdo al clima que se aproxima porque la temperatura se va tornando fresca y luego fría. Por eso, las siembras deben orientarse hacia cultivos que resistan bajas temperaturas (todo dependerá de la región donde vivas, ya que el clima varía mucho). De allí tenemos:
Las plantas típicas de huerto que sembraremos en semilleros cuyo trasplante se hará en el momento adecuado. Es época de sembrar apio, acelgas, espinacas, guisantes, rábanos, habas, perejil, remolachas, zanahorias, rúcula, canónigos, nabos e hinojo. Es un buen inicio cultivando estas hortalizas de ciclo corto y rápido, entonces podremos obtener cosechas continuas y mejorar el espacio que tenemos en el huerto.
Pero si tenemos espacio en la jardinera o terraza, vendría muy bien, su adaptación es muy buena a los diferentes tamaños de macetas con sustrato de suficiente volumen. Recordar que la siembra es recomendable hacerla escalonada para aprovechar sus estadios de crecimiento y consumirlas poco a poco.
Las plantas anuales y bianuales, primero en semillero y luego se trasplantan cuando tengas un par de hojas verdaderas. Estas si las podemos poner a pleno sol o semisombra. Por ejemplo el amaranto, la caléndula, cresta de gallo, girasol y petunia. Duran más de un año pero es mejor aprovechar su primer año. Los bianuales se les denomina así porque su ciclo de vida lo abarca en dos años diferentes es decir si sembramos una de estas plantas en verano u otoño de un año, florecerá en la primavera del año siguiente. Este dato es muy importante. Tenemos la campánula, el pensamiento, la minutisa, el alelí.
Los arbustos frutales se han convertido en una manera muy práctica de cubrir dos necesidades a la vez. Ejercen de cierre vegetal o de relleno en una zona de nuestro huerto y además nos favorecen con sus frutos. Crecen de manera silvestre en la naturaleza, no necesitan mucho de nosotros y tenerlos es muy beneficioso: melocotonero, ciruelos, peras, manzana, naranja, uvas, nectarino.
También podemos plantar árboles caducos como la higuera, el acacio, el falso plátano, y los árboles perennes como el algarrobo, mandarino, cedro, pino. A finales de invierno, se deben trasplantar para que empiecen a crecer. Los árboles caducos se pueden trasplantar en otoño cuando hayan perdido sus hojas. Es una buena señal.
Es muy acertado sembrar flores comestibles como los pensamientos, las capuchinas o las caléndulas. Son ricas en vitaminas, sus propiedades son excelentes para preservar la buena salud y las ensaladas se enriquecen con sus colores y sabores diferentes.
Ajetreo en el huerto en el mes de septiembre
Ya han pasado los meses rápidamente, finalizando el año y entrando al otoño con el cambio climático que nos hace pensar en las actividades que tenemos que desarrollar en el huerto para proteger durante los meses de frío nuestros semilleros y las plantas ya en suelo firme.
Recolección en septiembre
Una de las primeras tareas es la recolección de los frutos producidos por las plantas que sembramos en los meses anteriores, claro si todo ha ido bien, tendremos pimientos, tomates, berenjenas, coles, lechugas tal vez melón y sandía. La naturaleza nos brinda la bendición de disponer durante casi todo el año plantas como lechugas, acelgas, zanahorias, rabanitos, nabos. Las frutas también las podemos cosechar en el mes de septiembre como almendros, manzanos, perales, higueras, naranjos y pomelos.
La recolección de nuestras propias semillas es una actividad que nos satisface mucho porque premia nuestro esfuerzo y trabajo, también nos ahorra dinero porque algunas de ellas son muy escasas y otras las podemos extraer nosotros mismos como las de pimientos, judías, berenjenas, calabaza, sandía, melón. Eso sí, le vamos a extraer las semillas a aquellos frutos que se han dejado madurar en la planta, para que logren su desarrollo completo. Las extraemos, las secamos al sol y luego las conservamos en un lugar seco y fresco.
Es bueno aprovechar los días que quedan con buen clima para instalar o reparar los túneles de plástico o el invernadero que tenemos para acondicionarlos de manera que al llegar los días fríos, esta faena no tengamos que hacerla bajo una temperatura inclemente.
Disminuir el riego
Cuidar el riego. Recordemos que con la llegada de los días más frescos hasta convertirse en fríos, la transpiración de las plantas va disminuyendo y por ende el riego no puede ser igual que en verano. Es importante controlar el riego por las lluvias de este mes. El exceso de agua puede enfermar las plantas y causar gran daño al huerto. Aquí tienes mas información en nuestra guía del riego en el huerto.
Renovar y preparar la tierra
Preparar la tierra con suficientes nutrientes naturales que aporten a las plantas mucha fuerza, vitalidad y se puedan mantener resistentes a los cambios climáticos del otoño e invierno. Si vamos a volver a sembrar en el mismo lugar es necesario renovar los nutrientes del suelo. Añadir compost o humus de lombriz al suelo, lo acondicionará para recibir nuevas semillas. Aquí te explicamos cómo realizar compost en casa, un método ideal para generar tu propio compost y abono.
Con la llegada de las lluvias y bajas temperaturas, aparece la plaga de los caracoles, le prestamos atención a esta circunstancia protegiendo los brotes tiernos de las plantas con la tierra de diatomeas alrededor de los semilleros para que no puedan devorarlas.
Cuidado de los árboles frutales en septiembre
El riego de los árboles frutales es importante especialmente si todavía hay días calurosos, se pueden regar cada 2 o 3 días. Este proceso se irá reduciendo a medida que van entrando los días frescos y las lluvias.
Otro aspecto que debemos tener en cuenta para el cuidado de los árboles frutales es la poda. Esto es fundamental para que su fructificación se prolongue y sus frutos sean grandes y jugosos. En septiembre se podan los árboles frutales de hueso como ciruelos y cerezos hacerlos en fechas posteriores traería como consecuencia que los cortes van a cicatrizar con mucha dificultad.
Componer el suelo con un acolchado que mantenga la humedad es beneficioso para los árboles, se pueden utilizar las hojas caídas o los restos de la poda del césped de la casa. Esto enriquece el suelo aportando vitaminas y nutrientes necesarios para los árboles frutales.
Finalmente, para que todas estas actividades marchen exitosamente, es imprescindible que el horticultor, planifique. En septiembre todavía cosechamos abundantemente, nos quedan espacios libres en el huerto que debemos aprovechar, estamos conscientes de la época de frío que se avecina. Entonces tomar acción sobre los nutrientes que utilizaremos, el espacio donde plantaremos, el combate a las plagas que pueden surgir, hará que tomemos todas las precauciones necesarias para atender el huerto en el mes de septiembre.