La mejor manera de mantener la fertilidad del suelo y regenerar sus propiedades de forma natural es a través de la rotación de cultivos. En esta edición hablaremos en profundidad sobre esta extraordinaria técnica fácil de emplear y de vital importancia para el desarrollo de tu huerto ecológico.
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¿En qué consiste la rotación de cultivos?
La técnica de la rotación de cultivos consiste en alternar plantas de distintas familias y con necesidades nutritivas diferentes en un mismo lugar durante distintos ciclos, con la finalidad de evitar que el suelo pierda propiedades, se agote y como adicional que las enfermedades que afectan a un solo tipo de planta se propague.
Al emplear la rotación se saca el mejor provecho al abonado, favorece la variabilidad de la cosecha, se disminuye las enfermedades en las plantas, además de plagas y a su vez controlan mejor las malas hierbas. Por consiguiente, la rotación de cultivos no solo resuelve problemas plagas y otras enfermedades, sino que también es una solución económicamente viable.
Ventajas de la rotación de cultivos en nuestro huerto ecológico
- Las plantas son más sanas debido a que tienen menos deficiencias de nutrientes y por tanto están más fuerte y producen mucho más.
- Reduce la maleza, además crea mayor resistencia a las plagas y otras enfermedades, lo cual conlleva a que no se requiera utilizar plaguicidas, ni herbicidas.
- Contribuye al mantenimiento de la biodiversidad, y ello repercute en el equilibrio con nuestro huerto, ayudándonos a disminuir las malas hierbas.
- Mejora la reserva de hummus y favorece a la actividad de los microorganismos que viven en el sustrato.
- Previene la erosión de la tierra.
Cómo realizar la rotación de cultivos en el huerto
Si no tienes experiencia, no te preocupes esta práctica no es para nada complicada, lo primero que debes hacer es pensar en la duración de la rotación, lo ideal es que sea de tres o cuatro periodos (cosechas), posteriormente tendrás que establecer los grupos de plantas y dividir el huerto en secciones o cuadrantes.
Un programa sistemático de rotación garantiza que cada cuadrante o sección recibe a cada familia de plantas. Si por ejemplo decidimos hacer la rotación a cuatro periodos, tendremos que dividir el huerto en cuatro partes y agrupar las plantas en esos espacios.
En cada una de las cuatro partes se cultivará un grupo de plantas y todos los años se trasladará cada grupo a la siguiente siguiente, de forma que los grupos tardarán cuatro periodos en repetir zona.
Una manera muy sencilla de realizar la rotación es dividir el huerto en cuatros grupos simples.
La primera sección o grupo puede estar integrada por plantas de las cuales se consume sus hojas o flores como lechugas, espinacas, acelgas, repollo, brócoli.
El segundo cuadrante o sección estarían las plantas de las que se consume sus frutos como tomates, berenjena, pepino, patatas, pimientos, entre otros.
La tercera sección conformada por plantas de las que se consume sus raíces como zanahorias, cebollas, remolacha, rabanitos.
Y la última o cuarta sección sería las semillas como leguminosas, maíz, girasol.
Método de rotación beneficiosa
Por otra parte podemos hacer una rotación beneficiosa la cual debe hacerse siguiendo una sucesión de cultivos: el primer cultivo es de hortalizas de raíz como zanahorias y remolachas, como segundo cultivo las hortalizas de hoja tales como acelgas, espinacas, lechugas y un tercer cultivo con hortalizas de fruto como tomates, pimientos y berenjenas.
Al hacerlo de esta manera aprovecharemos mejor todas las capas de la tierra y los nutrientes que ella posee, por ejemplo las hortalizas de hojas son más consumidoras de nitrógeno, mientras que las hortalizas de raíz consumen de potasio, saber esto además nos permitirá hacer las siembras asociadas.
Método de rotación por familias de plantas
También está el conocido método de rotación por familia, considerado por muchos como la mejor opción, a continuación te mostramos ejemplos de varias plantas y a qué grupo pertenecen:
- Compuestas: lechuga, girasol, alcachofa.
- Crucíferas: brócoli, col, colifror, repollo, rábano.
- Cucurbitáceas: calabaza, pepino, sandía, calabacín.
- Leguminosas: guisantes, haba, judías verdes, garbanzo, lenteja.
- Liliáceas: cebolla, ajo, cebolla, espárrago, puerro, espárrago.
- Gramíneas: maíz, trigo, centeno, cebada.
- Umbelíferas: apio, chirivía, hinojo, perejil, zanahoria.
- Solanáceas: berenjena, batata, patata, pimiento, tomate.
- Quenopodiáceas: acelga, espinaca, remolacha.
La rotación a cuatros periodos se podría hacerse así:
- Leguminosas y Crucíferas.
- Compuestas, Quenopodiáceas y Cucurbitáceas.
- Umbelíferas y Liliáceas.
- Solanáceas.
Rotación por requerimientos y aportes nutricionales
Igualmente esta la rotación por requerimientos y aportes nutricionales la cual consiste en ubicar primeramente hortalizas exigentes como acelgas, brócoli, calabaza, maíz, patata y plantas con los frutos de mayor tamaño como las cucurbitáceas y las solanáceas.
En el año siguiente ubicar leguminosas que ayuden a recuperar los nutrientes del suelo. Y en el tercer y cuarto año colocar en esa sección hortalizas poco exigentes como ajo, lechuga, zanahoria, con el objetivo de que el suelo siga regenerándose.
También se puede hacer colocando las leguminosas en primera para que preparen un sustrato muy fértil, luego colocar las crucíferas y otros cultivos más exigentes, seguido de las liliáceas y cultivos, y por último las raíces y tubérculos.
Consejos para aplicar exitosamente la rotación de cultivos
Elabora una planificación de cultivos para tu huerto, que debe incluir los meses del año, fechas de siembra, trasplante y fecha de posible cosecha, así como tratamientos contra las plagas y nutrientes, entre otros aspectos.
En resumidas cuentas llevar una agenda de huerto es de gran ayuda. Aquí puedes ver como realizar la planificación del calendario del huerto de enero a diciembre.
Si tu huerto es pequeño también puedes hacer la rotación de cultivos haciendo divisiones, debes tener claro en huertos de pequeñas dimensiones es más difícil evitar que las plagas y otras enfermedades se extiendan de una sección a otra, te alertamos para que tengas mucho cuidado.
Intenta dejar una sección cada año para sembrar abono verde, como por ejemplo alfalfa o trébol, este puede cultivarse en el suelo solo o mezclado con abundante materia orgánica, esta práctica sirve para además de alimentar el sustrato, para que el suelo descanse para una nueva cosecha el año siguiente.
Las plantas de raíz descomponen y airean el suelo, por consiguiente es buena idea que sean seguidos en la rotación por las leguminosas a las que les agrada los suelos bien sueltos por el aire.
Algunas hortalizas como por el pepino, lechuga, las calabazas son muy fuertes frente a enfermedades y pueden por lo general sembrarse en cualquier lugar donde exista un espacio, pero lo mejor y más sencillo es que se siga una planificación de la siembra para rotar todos los cultivos.
Debido a que las legumbres proporcionan nitrógeno a la tierra, se aconseja es que sean seguidas en la rotación por cultivos frondosos que reciben muy bien al nitrógeno, lo cual reduce en gran medida los requerimientos adicionales de fertilizantes.
Existen muchos métodos y sistemas de rotación de cultivos, lo mejor es que empieces por lo más sencillos y luego vayas empleando técnicas más complejas como agrupar las plantas según su familia botánica, lo que nos dará grupos más especificos y más secciones en nuestra huerta para realizar la rotación.
En definitiva, la rotación de cultivos no es tan complicada como parece, solo debemos elaborar un plan donde se establezca donde plantamos cada año las plantas, estar al pendiente de la lista de familias, realmente son muchos los beneficios para nuestro huerto ecológico, así que merece la pena tomarnos el tiempo para hacerlo.